El restaurante de Chau Ka Ling de Hong Kong es famoso por cocinar serpientes
Una coqueta Miss Chau, que se niega a revelar su edad, atiende nada
más cruzar la puerta de su restaurante. Son casi las diez de la noche y
las mesas del Shia Wong Hip están a rebosar. Al forastero, quizás la
apariencia de la sopa que allí se sirve en pequeños boles no le despierte
el apetito, pero sí la curiosidad. El motivo de la popularidad de este local
es su ingrediente estrella, la serpiente.
A lo largo de la última media década, este negocio familiar localizado en el barrio de Sham Shui Po ha dado de comer a numerosos hongkoneses ávidos de aprovechar las propiedades que, de acuerdo con la medicina tradicional china, este reptil transmite: calor en invierno, una piel más sana o incluso la posibilidad de sorprender en la cama a tu pareja. De este manjar se sirven aquí unos 800 boles al día, cifra que se reduce a la mitad cuando se instala en la ciudad el calor asfixiante de verano.
“La serpiente tiene muchas propiedades y cocinada con las hierbas adecuadas es muy beneficiosa para la salud”, explica Chau Ka Ling, considerada toda una institución en lo que a estos reptiles se refiere. Tal es su fama, que los departamentos de Agricultura, Pesca y Conservación tienen siempre a mano su número de móvil cuando aparece un gran ejemplar de este animal, muy común entre la vegetación de aquellos rincones que no cubren los rascacielos de la ciudad.
En 1997 la policía la llamó porque habían encontrado una serpiente de cuatro metros en el interior de un barco en la zona de Sai Kung. "No sabían qué hacer con ella, así que la capturamos y les ayudé a extraer el veneno para evitar que mordiera a alguien”, relata orgullosa mientras señala la foto que le tomaron entonces para el periódico de la policía. Junto a la imagen, otros recortes de prensa de todo el mundo muestran que su papel en la ciudad no es baladí. Incluso los bomberos cuentan con ella para dar conferencias sobre el manejo de estos animales.
El rey de las serpientes, como se conoce al local en cantonés, tiene solera. En 1965, 13 personas que podían traer estos ofidios desde la China continental a Hong Kong fundaron un negocio que luego pasó a manos de tres socios, para finalmente convertirse en un establecimiento familiar. Entonces, traían todas las serpientes vivas y aquí las mataban. Sin embargo, desde que la demanda en China se incrementó, los animales vivos procedentes de allí solo representan el 30% del suministro. El restante 70% se adquiere en el sur de Asia y ya llega procesado con la piel, huesos y carne por separado.
A aquellas que reciben vivas normalmente les quitas el veneno, "y así nos aseguramos de que, si se escapan, no hagan daño a nadie”, cuenta delante de las jaulas de madera que adornan el local y sobre las que se puede leer "serpiente venenosa". Para mostrar el género, saca una cobra y, a continuación, una pitón.“Conozco muy bien el negocio. Sé cuidarlas, matarlas, pelarlas, extraerles la vesícula, cocinarlas, venderlas y también cómo curar sus mordeduras”, añade.
Precisamente, es ese amplio conocimiento sobre este animal el que le ha permitido ampliar el negocio. Pese a la humilde apariencia de este local familiar, el Shia Wong Hip no solo sirve sopa, sino que tiene toda una industria manufacturera en la recocina. Desde bolsos y carteras de piel a licores medicinales o “caramelos” de vesícula para aliviar el dolor de garganta.
Una noche cualquiera, los clientes no cesan de entrar y salir. “Es uno de mis platos favoritos”, cuenta un introvertido señor Ngai. “Siempre vengo a este barrio a tomarla porque es el lugar donde la hacen de la manera más tradicional y en invierno me ayuda a mantenerme caliente”, añade. Como él, son muchos los usuarios que vienen con asiduidad. “Teníamos un cliente de más de 70 años que venía todos los días a tomar un plato de nuestra sopa vigorosa (conocida como la viagra de Hong Kong)”, detalla Chau. “Aquella sopa era demasiado fuerte y tuvimos que suavizarla”, bromea la “reina de las serpientes” mientras en la cocina remueve con una enorme cuchara una olla repleta de reptiles para preparar el caldo más tradicional.
Vía: Carlos Vidal
#ElDelivery Gastronomía para llevar….!
A lo largo de la última media década, este negocio familiar localizado en el barrio de Sham Shui Po ha dado de comer a numerosos hongkoneses ávidos de aprovechar las propiedades que, de acuerdo con la medicina tradicional china, este reptil transmite: calor en invierno, una piel más sana o incluso la posibilidad de sorprender en la cama a tu pareja. De este manjar se sirven aquí unos 800 boles al día, cifra que se reduce a la mitad cuando se instala en la ciudad el calor asfixiante de verano.
“La serpiente tiene muchas propiedades y cocinada con las hierbas adecuadas es muy beneficiosa para la salud”, explica Chau Ka Ling, considerada toda una institución en lo que a estos reptiles se refiere. Tal es su fama, que los departamentos de Agricultura, Pesca y Conservación tienen siempre a mano su número de móvil cuando aparece un gran ejemplar de este animal, muy común entre la vegetación de aquellos rincones que no cubren los rascacielos de la ciudad.
En 1997 la policía la llamó porque habían encontrado una serpiente de cuatro metros en el interior de un barco en la zona de Sai Kung. "No sabían qué hacer con ella, así que la capturamos y les ayudé a extraer el veneno para evitar que mordiera a alguien”, relata orgullosa mientras señala la foto que le tomaron entonces para el periódico de la policía. Junto a la imagen, otros recortes de prensa de todo el mundo muestran que su papel en la ciudad no es baladí. Incluso los bomberos cuentan con ella para dar conferencias sobre el manejo de estos animales.
El rey de las serpientes, como se conoce al local en cantonés, tiene solera. En 1965, 13 personas que podían traer estos ofidios desde la China continental a Hong Kong fundaron un negocio que luego pasó a manos de tres socios, para finalmente convertirse en un establecimiento familiar. Entonces, traían todas las serpientes vivas y aquí las mataban. Sin embargo, desde que la demanda en China se incrementó, los animales vivos procedentes de allí solo representan el 30% del suministro. El restante 70% se adquiere en el sur de Asia y ya llega procesado con la piel, huesos y carne por separado.
A aquellas que reciben vivas normalmente les quitas el veneno, "y así nos aseguramos de que, si se escapan, no hagan daño a nadie”, cuenta delante de las jaulas de madera que adornan el local y sobre las que se puede leer "serpiente venenosa". Para mostrar el género, saca una cobra y, a continuación, una pitón.“Conozco muy bien el negocio. Sé cuidarlas, matarlas, pelarlas, extraerles la vesícula, cocinarlas, venderlas y también cómo curar sus mordeduras”, añade.
Precisamente, es ese amplio conocimiento sobre este animal el que le ha permitido ampliar el negocio. Pese a la humilde apariencia de este local familiar, el Shia Wong Hip no solo sirve sopa, sino que tiene toda una industria manufacturera en la recocina. Desde bolsos y carteras de piel a licores medicinales o “caramelos” de vesícula para aliviar el dolor de garganta.
Una noche cualquiera, los clientes no cesan de entrar y salir. “Es uno de mis platos favoritos”, cuenta un introvertido señor Ngai. “Siempre vengo a este barrio a tomarla porque es el lugar donde la hacen de la manera más tradicional y en invierno me ayuda a mantenerme caliente”, añade. Como él, son muchos los usuarios que vienen con asiduidad. “Teníamos un cliente de más de 70 años que venía todos los días a tomar un plato de nuestra sopa vigorosa (conocida como la viagra de Hong Kong)”, detalla Chau. “Aquella sopa era demasiado fuerte y tuvimos que suavizarla”, bromea la “reina de las serpientes” mientras en la cocina remueve con una enorme cuchara una olla repleta de reptiles para preparar el caldo más tradicional.
Vía: Carlos Vidal
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