El cine y sus clichés de siempre; te traemos un lista con la que seguro estarás de acuerdo.
Todos los cinéfilos tenemos películas que amamos. Sin embargo, ese cariño a veces no nos deja ver que posiblemente esa obra favorita esté plagada de clichés típicos que han aparecido casi desde que el cine existe; mismas escenas y situaciones que vemos una y otra vez... Unos son tontos, otros obstinantes y otros a veces pasan desapercibidos.
Muchas pueden ser las causas; falta de creatividad, o bien, los mismos resultan necesarias para seguir el hilo argumental o que simplemente los guionistas y escritores no saben o no recuerdan que esa fórmula se ha usado múltiples veces hasta el cansancio. Aun así, tal parece que los clichés seguirán apareciendo en mayor o menor medida en buena parte de los filmes por los siglos de los siglos.
En esta ocasión les traemos una muestra de aquellos que se han usado y vueltos a usar cientos de veces. Veamos:
Cando a alguien le disparan en una pierna o un brazo, igual sigue corriendo casi como si nada (a veces apenas con una ligera cojera) para intentar capturar a su agresor. En realidad una persona herida de bala entra en estado de shock hipovolémico casi de inmediato, y la debilidad por la pérdida de sangre ocasiona que lo menos que haga sea correr.
El típico villano que al atrapar al héroe, le cuenta sus todos planes con lujo de detalles antes de matarlo (lo que nunca jamás logra, ya que el mentado héroe siempre escapa)
Nadie se despide al finalizar una conversación telefónica, además que la cortan intempestivamente. ¿Será por mal educados o por prácticos?. No solo ocurre en las llamadas sino también en las reuniones.
Cuando hay una escena dentro de alguna vivienda en París, la torre Eiffel siempre se podrá divisar hasta por la ventana del baño. Lo mismo pasa si es en Londres: la torre del Big Ben se puede observar desde cualquier ventana, rendija o hueco. De hecho se sabe que en la vida real esto es un bastante dificil, ya que las zonas residenciales en ambas ciudades están ubicadas relativamente lejos de esos monumentos.
Cuando una familia está reunida para desayunar en casa, siempre hará un día esplendoroso afuera, comen cereal, ninguno anda apurado y nunca se le está haciendo tarde a nadie. Y siempre esa escena luce como un comercial. En la vida real, solemos estar ya apretujados dentro del Metro o atrapados en el infernal tráfico, aun masticando la arepa que dejamos por la mitad, debido a que salimos con 45 minutos de retraso.
Si alguien quiere saber de inmediato sobre algo que está ocurriendo, sólo le basta con encender la televisión y justo en ese momento, en el noticiero estarán informando acerca de ese hecho en específico. !A eso se le llama estar informado con eficiencia!
Si un grupo grande de malos va a atacar a golpes al protagonista, nunca le caerán en cambote, sino que cada uno esperará pacientemente su turno para pelear hasta que el anterior caiga desmayado. (A Chuck Norris se le respeta o morirás de inmediato...)
Si alguien llama a la policía, ésta llegará tres segundos después, y directamente al lugar de los hechos (con frecuencia, acompañados por una unidad SWAT)
Un clásico: revólveres, pistolas y demás armamento con munición infinita. Arriba, abajo, arriba, abajo, izquierda, derecha a, b, a, b, voila... inifinite ammo!
Si alguien decide adoptar un hijo o una hija, sólo debe dirigirse al orfanato más cercano y allí podrá escoger, como en un supermercado, entre docenas de hermosos bebés recién nacidos, o entre una gama de angelicales niñitos amorosos y sanos -ninguno mayor de 7 años- con aspecto de modelos de tienda de ropa infantil. Además, sin trámites engorrosos, plazos de espera y demás burocracia gubernamental, y todo en un solo día. (Que lindo ¿no? Sólo echen un vistazo a las leyes y procedimientos para la adopción en nuestro país y recibirán un baño de realidad).
Los franceses siempre andan tomando vino, los irlandeses son borrachos y pendencieros, los latinos son flojos, sumisos, feos, brutos, y usualmente hacen de narcotraficantes o servidumbre, además, TODA Latinoamérica sólo se reduce a México. Admitimos que esto último ya no se ve tanto en el cine como antes, pues la figura de los latinos se ha reivindicado bastante, pero aún persiste en ciertas producciones. Aunque igual sigue siendo el cliché más infame de todos.
La estudiante más “fea”, introvertida, cerebrito, nula, impopular y sin nada de carisma, termina instantáneamente siendo la reina absoluta del baile de promoción y novia del tipo más galán, además que todas y cada una de las harpías que le hicieron daño durante toda la película terminan recibiendo su merecido y humilladas (damn you Disney!)
Si se supone que James Bond es un agente secreto, entonces ¿cómo es posible que absolutamente todos los villanos sepan quién es por su nombre, apellido y trayectoria? Y si también se supone que no debe llamar la atención, ¿Por qué siempre llega a lujosos sitios 5 estrellas, a bordo de un automóvil alucinante y acompañado por bellísimas chicas?
Clásicos en las películas de terror: el que no cree en nada es el que muere primero, si la chica corre huyendo del malvado, siempre va a tropezar y caer, cuando todos creen que el malo ha muerto, justo al final de la película siempre habrá algo que evidencia que no fue así, el científico loco siempre termina muerto a manos de alguna de sus malignas creaciones, el que dice “esperen aquí, ya regreso” JAMAS regresa -y la lista aquí sigue y sigue- (tal vez es en este género del cine donde vemos la mayor cantidad de clichés)
En los musicales: perfectas coreografías de baile callejeras, que salen totalmente espontaneas y fluidas, además participa absolutamente todo el mundo. Sería interesante intentar hacer algo así en las calles de alguno de nuestros países latinoamericanos, para ver qué ocurre...
El infaltable beso bajo la lluvia en toda película romántica (Y ninguno de los dos jamás termina resfriado con una pulmonía de los mil demonios)
El personaje idiota que al final resulta ser un héroe y salvar a todos gracias a su estupidez. Varios siguen creyendo que esta fórmula es inagotable, pero resulta que ya tenemos suficiente de lo mismo.
Personas marginadas socialmente, víctimas de racismo, violencia, xenofobia y demás prejuicios, maltratadas por todos, con vidas totalmente miserables desde que nacen, llenas de problemas y con sub pagados empleos de mierda, siempre se las arreglan para terminar superándose maravillosamente por medio de soluciones repentinas y recursos instantáneos que los hacen alcanzar la fama, colocándose por encima de todos los demás, y todo eso sin guardar la menor pizca de odio o resentimiento (Ah! Y casi todas con el consabido “Based on a true story”).
El protagonista que corre a buscar a su amada que está a punto de partir en avión, deteniendo el vuelo y trastocando todos los controles de seguridad del aeropuerto, e inclusive el personal colabora para que pueda reunirse con ella, todo en nombre del amor. Sabemos que en la vida real que si a algún mal pegado se le ocurre hacer algo así, terminará primero tackleado por el personal de seguridad el aeropuerto y posteriormente en una celda acompañado por varios amantes pero de su mismo sexo.
Los malvados usualmente son alemanes (nazis), rusos (comunistas o mafiosos), japoneses (militares o yakuzas), árabes (terroristas y extremistas) o de Europa Oriental (traficantes de armas o terroristas), y siempre los estadounidenses son los buenos. (Como siempre...)
Los forenses prácticamente son los que resuelven todo el crimen, pues el cadáver les brinda toda la información que se necesita y mucho más, ya que están llenos de evidencias que deja el asesino tras de sí. Sabemos que este mito ya es un legado que nos dejó CSI. (Por cierto, los laboratorios de medicina forense en realidad no parecen algo salido de Star Wars, sino que suelen ser sitios bastante austeros y nada deslumbrantes).
Estamos casi seguros que nos quedamos cortos al tratar de enumerar los clichés más comunes del cine, pero si nuestros lectores son buenos observadores, nos gustaría que nos dijeran cuáles más podrían engrosar esta lista.
Hasta la próxima...
Vía: Nick Totem
Muchas pueden ser las causas; falta de creatividad, o bien, los mismos resultan necesarias para seguir el hilo argumental o que simplemente los guionistas y escritores no saben o no recuerdan que esa fórmula se ha usado múltiples veces hasta el cansancio. Aun así, tal parece que los clichés seguirán apareciendo en mayor o menor medida en buena parte de los filmes por los siglos de los siglos.
En esta ocasión les traemos una muestra de aquellos que se han usado y vueltos a usar cientos de veces. Veamos:
21. Clichés del cine: ¿Heridas de balas o picadas de mosquitos?
Cando a alguien le disparan en una pierna o un brazo, igual sigue corriendo casi como si nada (a veces apenas con una ligera cojera) para intentar capturar a su agresor. En realidad una persona herida de bala entra en estado de shock hipovolémico casi de inmediato, y la debilidad por la pérdida de sangre ocasiona que lo menos que haga sea correr.
20. Clichés del cine: Contando los maléficos planes.
El típico villano que al atrapar al héroe, le cuenta sus todos planes con lujo de detalles antes de matarlo (lo que nunca jamás logra, ya que el mentado héroe siempre escapa)
19. Clichés del cine: Nada de despedidas.
Nadie se despide al finalizar una conversación telefónica, además que la cortan intempestivamente. ¿Será por mal educados o por prácticos?. No solo ocurre en las llamadas sino también en las reuniones.
18.Clichés del cine: Efecto Droopy
Cuando hay una escena dentro de alguna vivienda en París, la torre Eiffel siempre se podrá divisar hasta por la ventana del baño. Lo mismo pasa si es en Londres: la torre del Big Ben se puede observar desde cualquier ventana, rendija o hueco. De hecho se sabe que en la vida real esto es un bastante dificil, ya que las zonas residenciales en ambas ciudades están ubicadas relativamente lejos de esos monumentos.
17. Clichés del cine: Tiempo perfecto
Cuando una familia está reunida para desayunar en casa, siempre hará un día esplendoroso afuera, comen cereal, ninguno anda apurado y nunca se le está haciendo tarde a nadie. Y siempre esa escena luce como un comercial. En la vida real, solemos estar ya apretujados dentro del Metro o atrapados en el infernal tráfico, aun masticando la arepa que dejamos por la mitad, debido a que salimos con 45 minutos de retraso.
16. Clichés del cine: ¿TV inteligente?
Si alguien quiere saber de inmediato sobre algo que está ocurriendo, sólo le basta con encender la televisión y justo en ese momento, en el noticiero estarán informando acerca de ese hecho en específico. !A eso se le llama estar informado con eficiencia!
15. Clichés del cine: Agarra tu turno para golpear
Si un grupo grande de malos va a atacar a golpes al protagonista, nunca le caerán en cambote, sino que cada uno esperará pacientemente su turno para pelear hasta que el anterior caiga desmayado. (A Chuck Norris se le respeta o morirás de inmediato...)
14. Clichés del cine: Respuesta a emergencia inmediata
Si alguien llama a la policía, ésta llegará tres segundos después, y directamente al lugar de los hechos (con frecuencia, acompañados por una unidad SWAT)
13. Clichés del cine: ¿Cuántas balas tienen?
Un clásico: revólveres, pistolas y demás armamento con munición infinita. Arriba, abajo, arriba, abajo, izquierda, derecha a, b, a, b, voila... inifinite ammo!
12. Clichés del cine: Agarre a su muchacho sin trámites
Si alguien decide adoptar un hijo o una hija, sólo debe dirigirse al orfanato más cercano y allí podrá escoger, como en un supermercado, entre docenas de hermosos bebés recién nacidos, o entre una gama de angelicales niñitos amorosos y sanos -ninguno mayor de 7 años- con aspecto de modelos de tienda de ropa infantil. Además, sin trámites engorrosos, plazos de espera y demás burocracia gubernamental, y todo en un solo día. (Que lindo ¿no? Sólo echen un vistazo a las leyes y procedimientos para la adopción en nuestro país y recibirán un baño de realidad).
11. Clichés del cine: Paradigmas según donde eres
Los franceses siempre andan tomando vino, los irlandeses son borrachos y pendencieros, los latinos son flojos, sumisos, feos, brutos, y usualmente hacen de narcotraficantes o servidumbre, además, TODA Latinoamérica sólo se reduce a México. Admitimos que esto último ya no se ve tanto en el cine como antes, pues la figura de los latinos se ha reivindicado bastante, pero aún persiste en ciertas producciones. Aunque igual sigue siendo el cliché más infame de todos.
10. Clichés del cine: Patito feo
La estudiante más “fea”, introvertida, cerebrito, nula, impopular y sin nada de carisma, termina instantáneamente siendo la reina absoluta del baile de promoción y novia del tipo más galán, además que todas y cada una de las harpías que le hicieron daño durante toda la película terminan recibiendo su merecido y humilladas (damn you Disney!)
9. Clichés del cine: Agentes secretos nada discretos...
Si se supone que James Bond es un agente secreto, entonces ¿cómo es posible que absolutamente todos los villanos sepan quién es por su nombre, apellido y trayectoria? Y si también se supone que no debe llamar la atención, ¿Por qué siempre llega a lujosos sitios 5 estrellas, a bordo de un automóvil alucinante y acompañado por bellísimas chicas?
8. Clichés del cine: En las de terror...
Clásicos en las películas de terror: el que no cree en nada es el que muere primero, si la chica corre huyendo del malvado, siempre va a tropezar y caer, cuando todos creen que el malo ha muerto, justo al final de la película siempre habrá algo que evidencia que no fue así, el científico loco siempre termina muerto a manos de alguna de sus malignas creaciones, el que dice “esperen aquí, ya regreso” JAMAS regresa -y la lista aquí sigue y sigue- (tal vez es en este género del cine donde vemos la mayor cantidad de clichés)
7. Clichés del cine: Musicales...
En los musicales: perfectas coreografías de baile callejeras, que salen totalmente espontaneas y fluidas, además participa absolutamente todo el mundo. Sería interesante intentar hacer algo así en las calles de alguno de nuestros países latinoamericanos, para ver qué ocurre...
6. Clichés del cine: Mojados y enamorados
El infaltable beso bajo la lluvia en toda película romántica (Y ninguno de los dos jamás termina resfriado con una pulmonía de los mil demonios)
5. Clichés del cine: Héroe patán en películas de hollywood.
El personaje idiota que al final resulta ser un héroe y salvar a todos gracias a su estupidez. Varios siguen creyendo que esta fórmula es inagotable, pero resulta que ya tenemos suficiente de lo mismo.
4. Clichés del cine: Marginados que se superan
Personas marginadas socialmente, víctimas de racismo, violencia, xenofobia y demás prejuicios, maltratadas por todos, con vidas totalmente miserables desde que nacen, llenas de problemas y con sub pagados empleos de mierda, siempre se las arreglan para terminar superándose maravillosamente por medio de soluciones repentinas y recursos instantáneos que los hacen alcanzar la fama, colocándose por encima de todos los demás, y todo eso sin guardar la menor pizca de odio o resentimiento (Ah! Y casi todas con el consabido “Based on a true story”).
3. Clichés del cine: Típico, en el aeropuerto
El protagonista que corre a buscar a su amada que está a punto de partir en avión, deteniendo el vuelo y trastocando todos los controles de seguridad del aeropuerto, e inclusive el personal colabora para que pueda reunirse con ella, todo en nombre del amor. Sabemos que en la vida real que si a algún mal pegado se le ocurre hacer algo así, terminará primero tackleado por el personal de seguridad el aeropuerto y posteriormente en una celda acompañado por varios amantes pero de su mismo sexo.
2. Clichés del cine: Paradigma del malo
Los malvados usualmente son alemanes (nazis), rusos (comunistas o mafiosos), japoneses (militares o yakuzas), árabes (terroristas y extremistas) o de Europa Oriental (traficantes de armas o terroristas), y siempre los estadounidenses son los buenos. (Como siempre...)
1. Clichés del cine: Médicina forense en las películas de Hollywood.
Los forenses prácticamente son los que resuelven todo el crimen, pues el cadáver les brinda toda la información que se necesita y mucho más, ya que están llenos de evidencias que deja el asesino tras de sí. Sabemos que este mito ya es un legado que nos dejó CSI. (Por cierto, los laboratorios de medicina forense en realidad no parecen algo salido de Star Wars, sino que suelen ser sitios bastante austeros y nada deslumbrantes).
Estamos casi seguros que nos quedamos cortos al tratar de enumerar los clichés más comunes del cine, pero si nuestros lectores son buenos observadores, nos gustaría que nos dijeran cuáles más podrían engrosar esta lista.
Hasta la próxima...
Vía: Nick Totem
Jajajaj Genial. Muy gracioso deberian incluir una lista de cliches solo de rapido y furioso.
ResponderEliminar